Una vez más nos reunimos en el viejo molino para seguir hablando de literatura, de escritores, de poetas.
Nos llenó de honda tristeza la muerte de Miguel Delibes, genial escritor y maestro de todos y de tantas cosas. Descanse en Paz.
Alguien recordó que en estas mismas páginas se escribió que el maestro del Puerto, Alberti, era genial hasta cuando no lo era. Un aparente sinsentido que cobra realidad cuando se pretende estudiar la obra del poeta gaditano.
Quisimos en esta ocasión, huir de su obra más tradicional, comprometida incluso de aquella que nos llevaba a sus idílicos sueños o al verso duro de la crueldad de todos los días. Esta vez no. Esta vez, como ocurrió en otra ocasión, queríamos hablar de su canto Mariano, de su canto a las Vírgenes de cualquier rincón de su Andalucía. Queríamos hablar de su devoción a su Carmela, a su Carmen marinera. Queríamos con él volver a escuchar al maestro cuando aquella Semana Santa ofreció a la sevillana Señora del Baratillo su hoz y martillo para ayudar a aliviar los males. Queríamos verle de nuevo ante La Macarena, la Camarada Esperanza Macarena y ver como se descubre ante ella y cómo le pide por todos los sevillanos.
Alberti, es universal, sus poemas nunca tuvieran fronteras, ninguna cadena les pudo atar. Sus poesías rompieron siempre las barreras y los muros de la incomprensión y ascendieron hasta lo más alto y desde allí nos regaló su obra para que por siempre fuera ya de todos.
Permitidme que os recuerde los últimos versos de su “Balada para los poetas andaluces de hoy”
«No es más hondo el poeta en su oscuro subsuelo encerrado
Su canto asciende a más profundo, cuando abierto en el aire
ya es de todos los hombre»
Su canto asciende a más profundo, cuando abierto en el aire
ya es de todos los hombre»
Pero hoy, como decíamos anteriormente, queríamos hablar del maestro que se enternece, que recuerda a su madre que sin duda le hablaba de la Virgen María y de cómo aflora su devoción especial por ella y como es capaz de componer y recitar en la austera Castilla, lejos del cielo azul andaluz, tres bellísimos sonetos escritos con su inconfundible estilo, que él llama Triduo del Alba. Estoy seguro que en las viejas piedras del claustro benedictino de la Abadía de Silos, al anochecer en primavera, se sigue escuchando su voz que para siempre quedo grabada en aquel místico noble lugar maravillosamente perdido en las frías tierras burgalesas. Allá, un día de hace muchos y ante al Abad y monjes benedictinos, Rafael Alberti, leyó su poema, su triduo.
Fue tal la devoción que rodeó al histórico momento, que el Abad, Fray Justo Pérez de Urbel, haciendo uso de antiguas potestades concedió indulgencia para todos los fieles que lo recitaran con devoción. Privilegio que para los devotos creyentes, debe ser una gracia importante.
Uno, desde sus no creencias religiosas, no entiende mucho de estas cosas pero ahí están y el tiempo es mudo testigo de ellas. Cada cual es muy libre de opinar, de pensar lo que mejor le parezca.
Os copiamos los tres sonetos del Triduo del Alba. Igualmente lo podéis escuchar en la voz de la inigualable, Nuria Espert, en la siguiente página:
http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=1681&p=Rafael%20Alberti&t=Triduo%20del%20alba&o=Nuria%20Espert
Quisimos poner aquí mismo el vídeo y me comprometí a ello pero sigo sabiendo muy poco de estos menesteres y fallé en el intento. Lo siento y os pido disculpas.
TRIDUO DEL ALBA
I. Día de coronación
A mi madre
Sobre el mar que le da su brazo al río
de mi país, te nombran capitana
de los mares, la voz de la mañana
y la sirena azul de mi navío.
Los faros verdes pasan su diana
por el quieto arenal del playerío.
Del fondo de la mar, el vocerío
sube, en tu honor --¡tin, tan!--, de una campana.
¡Campanita de iglesia submarina,
quién te tañera y bajo ti ayudara
una misa a la Virgen del Carmelo
ya generala y sol de la marina!
La cúpula del mar, como tiara,
y como nimbo la ilusión del cielo.
II. Día de amor y bonanza
Que eres loba de mar y remadora,
Virgen del Carmen, y patrona mía,
escrito está en la frente de la aurora
cuyo manto es el mar de mi bahía.
Que eres mi timonel, que eres la guía
de mi oculta sirena cantadora,
escrito está en la frente de la proa
de mi navío, al sol del mediodía.
Que tú me salvarás, ¡oh marinera
Virgen del Carmen!, cuando la escollera
parta la frente en dos de mi navío,
loba de espuma azul de los altares,
con agua amarga y dulce de los mares,
escrito está en el fiero pecho mío.
y III. Día de tribulación
¡Oh Virgen remadora, ya clarea
la alba azul sobre el llanto de los mares!
Contra mis casi hundidos tajamares,
arremete el mastín de la marea.
Mi barca sin timón, caracolea
sobre el tumulto gris de los azares.
Deje tu pie, descalzo, sus altares,
y la mar negra verde pronto sea.
Toquen mis manos el cuadrado anzuelo
-tu escapulario-, Virgen del Carmelo,
y hazme delfín, Señora, tú que puedes...
Sobre mis hombros te llevaré a nado
a las más hondas grutas del pescado,
donde nunca jamás llegan las redes.
I. Día de coronación
A mi madre
Sobre el mar que le da su brazo al río
de mi país, te nombran capitana
de los mares, la voz de la mañana
y la sirena azul de mi navío.
Los faros verdes pasan su diana
por el quieto arenal del playerío.
Del fondo de la mar, el vocerío
sube, en tu honor --¡tin, tan!--, de una campana.
¡Campanita de iglesia submarina,
quién te tañera y bajo ti ayudara
una misa a la Virgen del Carmelo
ya generala y sol de la marina!
La cúpula del mar, como tiara,
y como nimbo la ilusión del cielo.
II. Día de amor y bonanza
Que eres loba de mar y remadora,
Virgen del Carmen, y patrona mía,
escrito está en la frente de la aurora
cuyo manto es el mar de mi bahía.
Que eres mi timonel, que eres la guía
de mi oculta sirena cantadora,
escrito está en la frente de la proa
de mi navío, al sol del mediodía.
Que tú me salvarás, ¡oh marinera
Virgen del Carmen!, cuando la escollera
parta la frente en dos de mi navío,
loba de espuma azul de los altares,
con agua amarga y dulce de los mares,
escrito está en el fiero pecho mío.
y III. Día de tribulación
¡Oh Virgen remadora, ya clarea
la alba azul sobre el llanto de los mares!
Contra mis casi hundidos tajamares,
arremete el mastín de la marea.
Mi barca sin timón, caracolea
sobre el tumulto gris de los azares.
Deje tu pie, descalzo, sus altares,
y la mar negra verde pronto sea.
Toquen mis manos el cuadrado anzuelo
-tu escapulario-, Virgen del Carmelo,
y hazme delfín, Señora, tú que puedes...
Sobre mis hombros te llevaré a nado
a las más hondas grutas del pescado,
donde nunca jamás llegan las redes.
8 comentarios:
Siento discrepar contigo, Alvaro, cuando hablas de que Alberti recitó los sonetos de Triduo del Alba,lejos del cielo azul andaluz,sí, pero no cuando te refieres a la "austera" Castilla; en primer lugar porque tendrías que ver el cielo azul que adorna el ciprés de Silos, y después porque aquí, en Burgos, tenía a su fiel compañera de por vida, Maria Teresa León, con quien no le parecerían tan austeras estas tierras.
Un saludo
Hola Atapuerqués. Tuvimos ocasión de saludarnos cuando escribía en otro blog, en el extinto "Si las Piedras Hablaran, firmando como Fernando.
Primero, en el tema del cielo azul de mi provincia que es la tuya, Burgos, no es comparable con el cielo de Andalucía donde he vivido bastantes años. Los dos igualmente bellos pero más luminosos el que se puede ver en Sevilla, por ejemplo. Es una realidad.
Segundo: Cuando me refiero a mi "austera" tierra, lo hago por la diferencia que para un andaluz, por ejemplo, existe al contemplar nuestro paisaje y conversar con nosotros. Nadie, ni es mejor ni peor, nadie es más que nadie por ningún motivo, pero diferencias existen entre unos y otros y yo las he vivido en primera persona. Me identifico y me gusta la forma de ser de los andaluces y lo mismo siento de nuestras gentes castellanas.
Y otra consideración sobre este mismo tema. Cuando me refiero a la austera Castilla, quiero decir igualmente que en nuestra tierra no estamos tan acostumbrados al adorno ni a las florituras. Generalmente, somos más recios en todos nuestros actos y esa cualidad, de la que el clima burgalés es factor determínate, nos marca positivamente.
No puedo asegurar si cuando Alberti, recitó en Silos sus sonetos, estaba o no unida con la que sería su compañera. Posiblemente no lo estuviera, era muy joven, pero insisto no lo sé. Lo consultaré.
Agradezco tu visita. Vuelve cuando quieras, al igual que lo hacías en el otro blog.
Un cordial saludo.
Hola de nuevo, Atapuerques. En el tema de las fechas, algo que tú no cuestionabas, me ha servido para así conocer algo más del viaje que hizo Alberti en 1925 por casi toda la provincia de Burgos, incluido Santo Domingo de Silos.
M.ª Teresa y Alberti, se conocieron personalmente cinco años después, entre 1929/1930, con bien conoces.
Creo que compartimos el mismo entusiasmo por el poeta gaditano.
De nuevo un cordial saludo.
Hola, Álvaro.
Vengo a agradecerte la visita en el blog de Lobo Gris. Te he respondido donde dejaste tu comentario y he publicado un post intentando explicar lo que ocurre con los chacales.
Espero que no sea muy farragoso y difícil de entender, pero es que el asunto viene de años atrás y con mucha gente implicada.
Puedes hacer todas las preguntas que quieras.
Me gusta tu blog, volveré con más tiempo.
Un cordial saludo.
Gracias, Leona, por tu visita.
He leído cuento me comentas en el blog del Lobo Gris sobre tus últimas odiseas por estos lugares. Hay personas y temas concretos en los que me pierdo. Tampoco llevo tanto tiempo en estos menesteres blogueros ni conozco a tantas personas. Apenas hay personas que visiten mi blog.
Sólo tengo la experiencia del supuesto "jurista" jubilado como un día confesó (que sea verdad o no, es otra historia) a una lectora. Lo curiosos de todo y lo escribo aquí por si me lee y así me elimina de una vez, es que me sigue manteniendo en sus "enlaces"; sigue figurando mi nombre: "Fernando" y a través de él se va al primitivo blog, donde curiosamente en última entrada se puede leer una misiva dedicada a él y no precisamente nada cariñosa. Se ve que no se ha dado cuenta de borrarme e incluirme en la lista de "enlaces expulsados".
Lo peor de esta persona, tan liberal él, es que no acepta que nadie piense diferente, y en mi pueblo, a las personas que piensan y actúan así, no se las tiene por ser amantes del “liberalismo” como a él le gusta etiquetarse, se les llama otra cosa que suena bastante peor. Pero bueno, paso de él. Me engañó al principio, pero afortunadamente duró poco tiempo.
Visto lo que veo a diario, lo mejor es encontrarme entre los expulsados de su blog. Es el mejor honor que me han hecho en los últimos tiempos. En una buen galardón, Leona, que compartimos.
Sé bienvenida y regresa cuando quieras.
Un cordial saludo.
Me he vuelto a liar, Leona. No había leído tu respuesta en el blog del Lobo.
El motivo de que sepa de que no te "ajunte", el supuesto vasco y supuesto liberal (no quiero citar su nombre) no es otro de que si entras en su página en la parte derecha y en las "Consideraciones definitorias" en el tercer apartado se lee la relación de expulsados de su blog, entre los cuales nos encontramos y más abajo vienen los enlaces donde todavía no me ha borrado. ¿ A qué esperará?
Defines perfectamente a la mayoría de sus acólitos.
Quero no volver a liarme con tus blogs. ¿Me dices, Leona, en cuál prefieres que entre para saludarte y expresar mi opinión?
Un cordial saludo.
¿Qué? ¿Que tiene una lista de expulsados?
¡Por favor!, este hombre no rige bien.
Bueno, en realidad, ninguno de ellos. Alucinante.
No, no he vuelto a su blog desde que se puso a ladrar cómo un yorkshire cuando el chanquete, la lata de sardinas y el acosador de mujeres dieron la orden: "¡kai kai kai!".
A la gentuza vale más ignorarla, no sea que te peguen algo malo. Obviamente, he de vigilar al chanquete y los otros dos para evitar sorpresas, pero al rebaño de borregos que aplauden con las nalgas no vale la pena. No son nadie.
Un cordial saludo.
PD. para comentarme, en mi blog principal, el de este enlace, por favor. Tampoco es plan que vayas dejando comentarios en uno y otro, je je je... Basta que los leas si dejo los enlaces en el principal, por contener información al respecto.
Hola Leona: Te acabo de escribir en el siguiente comentario y no pensé que en éste pudiera haber alguno al que no hubiera respondido.
Pues sí, al supuesto "jurista" se le han parado todos los relojes y expone publicamente los expulsados de su blog para escarnio de los mismos. ¿No te produce risa comprobar su infantilismo? Lo único que siento es que al principio me tuvo engañado; luego ya huí de él como del agua hirviendo. De todo tiene que haber, hasta personas como él que aunque en vías de extinción, todavían intentar dar algo de guera
Mejor pasamos definitivamente página.
Un abrazo
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