lunes, 25 de octubre de 2010

Suspiros de España

Hoy más que nunca, uno puede tener nostalgia de otras épocas tan diferentes que hacen que los recuerdos se agolpen y renazcan cada día.

Los hay de cuando tienes muy pocos años que afortunadamente nunca desaparecen y siempre estarán ahí; aquí dentro de nosotros.

¿Quién no recuerda cosas de sus primeros años? Seguro que nadie, jamás ocurrió y seguirá así siempre

Era muy niño, pero recuerdo con nostalgia muchas noches en mi casa, junto a mis padres y hermanos, escuchando música en un viejo gramófono, de los de manivela, aquellos de aguja en el cabezal sobre un disco de pasta o ¿serían de pizarra? no recuerdo bien.

A mi madre le encantaba la zarzuela. Se me quedaron grabados para siempre nombres como Marcos Redondo, Los Gavilanes, D. ª Francisquita… y un disco en especial que le gustaba a mi padre, era un bello pasodoble: “Suspiros de España”.

Aquello pasó, solo eran recuerdos de mis pocos años. Pero un día, al cabo de mucho tiempo, hubo un concurso de bandas de música y era la pieza obligada a interpretar: “Suspiros de España”. No pude por menos que mirar atrás y recordar a mis padres y a su viejo gramófono y sentir nostalgia de aquellos años, que creo, que como a todos, pudieron resultar los más felices de la viuda de cada uno de nosotros, aunque de todo habrá.

Este pasodoble, a quien un poeta le compuso una letra preciosa, totalmente ajena, como luego supe, a la intención del maestro compositor; al escucharla representaba para mi la despedida triste y melancólica de alguien que perdió un amor y que emigró en busca de fortuna a lejanas tierras, suspirando en volver a una España con formas y vida de bella mujer, de bello amor que nunca más volvería a ver ni sentir.

Nunca debí acudir al certamen musical; una sola línea de lectura fue suficiente para que se me rompiera un mito que había idolatrado, por ser el favorito de mi padre, desde mis pocos años

En el programa de mano del concurso hacían una pequeña reseña de la historia de los pasodobles que se iban a interpretar y cuando leí el origen, el motivo de este bellísimo pasodoble “Suspiros de España” no fue sencillo aceptarlo

Su autor, el maestro andaluz, cartagenero de adopción, Antonio Álvarez Alonso, todas las noches tocaba el piano en un café de Cartagena. Justo enfrente, estaba la Confitería España donde vendían unos dulces de avellana que él compraba y que se llamaban “Suspiros”. El bello pasodoble lo había compuesto y dedicado a los pastelitos, “SUSPIROS” de la confitería “ESPAÑA”.

Supongo que nada nuevo y que no supierais he contado, pero quería compartir con vosotros este recuerdo de hace muchos, muchos, años.

Por si alguno quiere volver a escucharlo, me gustan las versiones de Dyango.


4 comentarios:

D.F. dijo...

Suspiros de España. Me encanta, esta me suena más original...
No sabia lo de los pastelitos...

KOKYCID dijo...

Yo tampoco tenía ni la menor idea de la historía de los pastelillos y la cafetería. ¡Que desilusión!.

Álvaro Tilo dijo...

Me alegro que te gusten este pasodoble. El video de Estrellita Castro, el de Plácido Domingo..., hay mcuhos en la red y aunque todos me parecen estupendos me decidí por el de Dyango.

Un cordial saludo

Álvaro Tilo dijo...

Me pasó lo mismo, Koky, cuando conocí la verdad y además me recordé a mi padre y me lo puso todavía algo peor.

Hoy mismo, buscando el video en you tube para acompañar el comentario, aunque tenía claro en poner a Dyango, he visto uno de Plácido Domingo, como presentador de algún programa de televisión, que hace la misma referencia de los pasteles. No lo he puesto porque el pasodoble lo canta Rosa, la de Operación Triunfo y no me ha gustado como lo hace en esta ocasión.

Un cordial saludo.