martes, 15 de marzo de 2011

Un paso al frente...



Este fin de semana hemos aprovechado para reunirnos una vez más en nuestro viejo molino y allí con la justificada excusa de probar un estupendo vino de nuestra Ribera, concretamente de una bodega de La Horra; estuvimos las amigas y amigos que de vez en cuando nos damos cita entre sus viejas paredes para hablar de nuestras cosas, mientras esperamos ansiosos la llegada del bueno tiempo que siempre invita mucho más a estas entrañables reuniones.

En esta ocasión, nos propusimos hablar de anécdotas por nosotros vividas o por terceras personas de las que tuviéramos constancia de ser verdaderas.

Cuando llegó mi turno, no puede por menos que acordarme de una entrañable persona, muy vinculada a mi, que un día de hace ya unos cuantos años, en un atardecer y mientras paseábamos (recuerdo el sitio como si hubiera ocurrido hace diez minutos) me dijo: «¿Sabías que cuando estuve preso en 1940, un domingo...?» Me impresionó tanto aquella historia que siempre la he recordado tal cual me la contó el protagonista. Algunos de vosotros, incluso la pudo leer en otro blog que tuve hace tiempo. No es la primera vez ni será la última que la cuento.

Ocurrió en el penal de Burgos, al poco de acabada la guerra civil. Año 1940.

Un domingo cualquiera de ese año, los presos políticos forman en el patio del penal, es por la mañana. Todos están en filas, es la hora de entrar “libremente” a escuchar la misa dominical. Un guardián carcelero, repite con voz cansina cada domingo la misma pregunta: «El que no quiera ir a misa que de un paso al frente» Hasta aquel día solo se escuchaba el silencio y los pasos de todos los reclusos caminando hacia la capilla del penal.

Pero aquel día fue excepcional y un preso, un militante de la CNT, se decide por fin y da el paso al frente. Todos se asustan, todos le miran con envidia al tiempo que con preocupación. El guardián está confundido, le manda salir de la formación y le dice que se quede en el patio, al tiempo que ordena al resto de presos políticos avanzar en formación a la iglesia.

A la salida todos se apresuran a ir donde él. Tienen miedo, piensan que le pueden fusilar por eso. Pasa la noche y el “paseo” matutino no se produce; tampoco al día siguiente ni el jueves, ni el viernes ni el sábado.

De nuevo es domingo y a la misma pregunta, ya hay otros tres que se suman a no querer ir a misa. En total aquel día fueron cuatro los que se quedan en el patio.

Pasa la semana “tranquilamente” (con la tranquilidad que se puede pensar de un penal donde son habituales las ejecuciones), pero ninguno de los de la “misa”.

Expectación ante la llegada del tercer domingo. Misma hora, mismo patio y misma pregunta. Esta vez sí, como un resorte la mayoría dan un paso al frente y manifiestan su deseo de no ir a misa. Sólo unos poquitos se quedan en la fila dispuestos a acudir al acto religioso. Ante aquel espectáculo desolador de deserciones religiosas, el guardián con cara de incredulidad y asombro , manda de nuevo formar y con voz autoritaria dice: « ¡TODOS A MISA! ¡EN MARCHA!». No hubo nunca más ni preguntas ni liberaciones. A partir de aquel domingo, TODOS, “voluntariamente” todos, volvieron los domingos a misa.

Termino, pero no sin antes, dedicar mi recuerdo cariñoso y emocionado para la memoria de la persona que me lo contó muchos años después y que fue el primero en dar el primer paso al frente aquel domingo de 1.940 en el tétrico Penal de Burgos. DESCANSA EN PAZ.


8 comentarios:

María dijo...

Efectivamente ÁLVARO,

este hombre aquel domingo, fue un valiente... muy valiente diría yo. Pocas personas tienen ese coraje y menos en esas circunstancias y en ese lugar. Seguramente porque hay muy pocas personas así, este mundo es tan gris la mayoría de las veces, ese paso al frente son capaces de darlo muy pocas personas.

Pero no creas, hay pasos que cada uno según los ojos con los que los mire son hacia delante o hacia atrás.

Quizá es lo que yo intenté mostrar en mi entrada, el mero hecho de ir contra lo fácil y lo cómodo y ser sincero... aun cuando no sea del todo correcto, ya tiene mérito. Al menos la valentía de convertirte en diana, es algo que me parece digno de elogio. No todo el mundo es capaz de asumir riesgos, de comenzar de cero y de luchar por un sueño, que a lo mejor, ni si quiera es comprendido por nadie, pero es el tuyo. Perdoooooon, que me voy jajaja


En fin, volviendo a tu héroe, además de su coraje hay algo que no cabe duda que da envidia de tu historia, más, en los tiempos que corren, su capacidad de liderazgo, no hay mejor líder que el que predica con el ejemplo... pero ya ves jajaja...

¡¡Visto el desmadre!! se terminó la libertad de opinión y de credo...luego nos quejamos, pero no me digas que no han cambiado las cosas...a veces, aun cuando sólo sea para consolarnos deberíamos recordar como fue nuestro pasado y decirnos, reocnocoendo todo lo que no fuciona ahora que ... Bueeeeeno, comparado con aquello, no hay duda que estamos mil veces mejor ¿no es cierto?

Noooooo, no me contestes que te empiezo a conocer y me das miedo:-)


Gracias por tu preciosa historia, ÁLVARO.


Muchos besos y feliz día.

Álvaro Tilo dijo...

Gracias, María, por tu visita. ¡Joder! me dejas aturdido con ese miedo que despierto en tu increible y adorada sensibilidad. Tendré que hacerme revisar casi todo.

Yo miro para atrás y hay muchísimas cosas que no me gustaron pero me descorazona más mirar para adelante y ver que todo lo que soñé y por lo que luché para nada se está cumpliendo y los avances que se producen son frutos de los movimientos imparables que toda sociedad genera, esté políticamente donde esté.

Al final me tengo que sumar a lo que dice mi admirado en muchas ocasiones, Pedro Ruiz, cuando escribe como lo hizo ayer:

TEXTUAL:

«Yo soy de izquierdas pero no voto a la izquierda de este país porque me da asco"»

Llevo más de 30 años sin votar a ningún golfo de político y eso lo añado yo porque es mi caso.

Un cordial saludo. Un beso.

ZáLeZ dijo...

Hola Alvaro:
Parece una fábula pero representa el miedo de muchos, que siempre necesita de un líder valiente que de el primer paso.
Aupa por los que "en solitario" comenzaron el camino y después le siguieron muchos.
Un cordial saludo,

Álvaro Tilo dijo...

Lo mejor de esta hermosa anécdota, Zález, cuyo mensaje es el valor de la pura valentía, fue sin duda que sirvió para despertar conciencias que el miedo y el terror habían adormecido además dellevar un rayo de luz de esperanza a muchos.

Me cabe el orgullo de haberle conocido personalmente. Fue siempre un hombre gallardo y sobre todo honesto.

Un cordial saludo.

D.F. dijo...

Aquí me parece que izquierda y derecha están perdidas en el nebuloso campo de loa política rastrera y torticera...
Los valientes son siempre dignos de admiración...

Álvaro Tilo dijo...

Por eso Temujin y porque coincido contigo, hace muchos años que dejé de darles mi confianza. Ni los de un lado ni los del otro la tienen.

Soy un viejo romántico que va por libre.

Un cordial saludo.

KOKYCID dijo...

No entro en derechas ni en izquierdas, en ir o no ir a misa... No es el tema. El tema es quitarse el sombrero ante alguién que es fiel a si mismo y a sus ideas (lo cual no significa que no pueda ir uno modificandolas con el tiempo, ya que la vida es continuo cambio y evolución). Hay que tener un par de cojones para en una situación asi dar un paso al frente. Después se demostró que no sirvió para nada. ¿O quizás si...? Si. Sirvió de ejemplo a los demás y sirvió parta que setenta años más tarde tú lo cuentes y nos emociones ante la actitud de tipos con tanto coraje.

Álvaro Tilo dijo...

Como bien dices Koky, para que yo lo haya podido contar muchos años después, mereció la pena.

Un cordial saludo.