sábado, 27 de febrero de 2010

El huracán que nunca llegó




















Tuvo que ser al final de los años 60 del siglo pasado. En pleno régimen franquista en España.


No recuerdo ni el día ni el mes y aunque he buscado esos datos no les he encontrado, pero tampoco tiene mayor importancia. La víspera del día señalado, la prensa, las emisoras de radio y la única televisión (TVE) anuncian a bombo y platillo que al día siguiente llega a España, afectando principalmente desde la zona Centro al Cantábrico, unos fuertes vientos huracanados, que obligaban a tomar medias extremas.


Se aconsejaba, como era lógico, permanecer en lo posible en casa, no abrir ventanas, retirar las macetas que pudiera caerse a la calle, quitar las persianas que no fueran empotradas, etc. etc. toda una serie de recomendaciones que hoy, el día que anuncian otra llegada de vientos huracanados nos están haciendo. De manera muy especial, recomendaban no viajar por carretera, era muy peligroso. No recuerdo si las clases en los colegios se suspendieron.


Las emisoras de radio no cesaron en todo el día de aconsejar lo que se debía hacer al día siguiente. Los famosos “partes” de radio lo mismo y los Telediarios de TVE igual Recuerdo ahora mismo y no sé el motivo, a Martín Ferrand haciendo el informativo de la noche hablándonos de estas medidas.


Por motivos de trabajo tenía que hacer un viaje por la zona de Navarra, lindante con Guipuzcoa. Pedí consejo a la Guardia Civil de Tráfico y rotundamente me desaconsejaron hacerlo por lo que me quedé en casa.


Día D; amanece como cualquier otro y no parece que el cielo tenga aspecto con algún signo especial. Con precaución empezamos el día. De momento todo en calma, el viento como cualquier otro día, una ligera brisa y se acabó. Durante la mañana mirábamos a un árbol que veíamos desde el trabajo y no notábamos nada especial. Fuimos al mediodía a casa, seguro que rápidamente todos pusimos “el parte” y no hicieron ni la más leve referencia al huracán y todos pensábamos que como ya habían hablado el día anterior, ahora callaban para no seguir alarmando. Llega la tarde y vuelta al trabajo, el arbolito parece que empieza a mover algo más y todos pensamos que ya está aquí el huracán y que se han desatado las iras de los dioses, pero a la hora las ramas siguen con un ligero movimiento, como cualquier día. En fin, salimos y todos a casa no fuera a ser que se hubiera retrasado y llegara por la noche. De vez en cuando abríamos las persianas y todo seguía igual; en la radio el silencio era sepulcral. Después de la cena, nos pusimos a ver TVE y llegan las noticias de última hora. Martín Ferrand nos empieza a contar las cosas del día sin mencionar para nada el huracán. Se acaba el telediario, a dormir y a esperar a la prensa del día siguiente.


Ni rastro, ninguna noticia haciendo referencia al fallido huracán. Silencio total y absoluto en las emisoras de radio y TVE. Jamás se volvió a hablar en los medios de comunicación de este asunto. Se lo tragó la tierra. Pero lo cierto es que los vientos endemoniados nunca llegaron.


Todo olía muy raro y claro al final y después de tiempo se supo la verdad.


Carlos Hugo de Borbón, aspirante a ser Rey de España por la Comunidad Tradicionalista (Carlistas-Requetés) promesa que Franco les hizo en su día si le apoyaban en la guerra como así ocurrió, llevaba cierto tiempo en Madrid tocándole un poco más de la cuenta los “bemoles” al régimen, así que no se lo pensó dos veces Franco y dio orden de expulsión inmediata. Tenían que viajar en coche desde Madrid a la frontera francesa en Irún y para evitar cualquier “contratiempo” lo mejor era una carretera libre de vehículos en lo posible ¿Cómo podían evitarlo? Pues haciendo coincidir la comitiva del expulsado y los coches policiales de escolta con la supuesta llegada de un huracán en la zonas por donde tenían que pasar. Así de sencillo. Así se las gastaba el régimen franquista.


Me gustaría que hoy, ocurriera algo similar en el sentido que los huracanes se quedaran en el mar, en zona donde no hubiera navegando barcos y sin llegar a Tierra.


Esta vez seguro que va en serio. Estoy en zona de máximo riesgo, según la Agencia Estatal de Meteorología y sólo deseo que no se produzca ningún incidente, ni siquiera leve.



2 comentarios:

Elena dijo...

Se me han quedado los ojos a cuadros después de leer esto.
Madre mía cómo se las gastaba el régimen y su líder.
Bueno, esperemos que los vientos que se anuncian sólo sean eso, vientos, y no se quiera ocultar la llegada de nadie.
¡Hay que ver..., qué cosas!

Un beso.

Álvaro Tilo dijo...

Hola, Elena. Seguro que hoy va todo en serio pero a última hora se desviarán los vientos huracanados y las consecuencias desagradables serán mínimas. ¡Ojalá! sea así.

A las cuatro de la tarde estaba previsto que empezaran a arreciar los vientos fuertes, son casi las seis y estamos como podíamos estar hace unos días; sin viento y sin lluvia y es que me temo que los expertos en estos menesteres, improvisan demasiado. No obstante la tarde todavía es larga y la noche está por llegar.

Gracias por tu visita.

Un abrazo.