jueves, 20 de mayo de 2010

La Zarzuela

Estos días ha caído en mis manos, una revista donde hablan de la historia de la entrañables Zarzuela. Es curioso su nombre, no sabía el motivo ni el origen.


Siempre me ha gustado y ahora es una pena tener que confesar que desde hace muchos años no he visto ninguna

representación en directo. En Sevilla lo intenté en un par de ocasiones pero no me fue posible conseguir entradas a pesar de representarse en un teatro con mucho aforo. Si alguien me preguntara por las que mis favoritas, siempre tendría que poner en primer lugar a: «Bohemios» de Amadeo Vives y en cuanto a mis romanzas preferidas, tengo muchas que me encantan, pero quizá, “Adiós Granada” de la Zarzuela «Los Emigrantes», sea la que más me entusiasma.


Es curioso darse cuenta que la mayoría de las marchas militares así como muchos pasodobles y canciones que luego se popularizaron forman parte de las zarzuelas. Y ¿Qué poder decir las Oberturas e Intermedios? Están al nivel de las de cualquier afamada ópera.


El inolvidable maestro, Alfredo Kraus, siempre insistía que para ser un gran tenor habría que dominar la zarzuela, que era la mejor escuela. La verdad es que todos los tenores españoles y de habla hispana, siempre lo han hecho con verdadero entusiasmo.


Y dicho todo lo anterior, copio lo que he leído en la revista que os mencionaba que supongo tendrá como fuente Internet.


La zarzuela es una forma de arte que combina la música y el teatro. Nació en España y es ahí donde se desarrolla principalmente. En sus presentaciones combina los diálogos, con canciones, danzas y coros que se alternas para crear una expresión artística maravillosa.


La zarzuela nació en el siglo XVII en el Palacio de la Zarzuela (su nombre se debe a que en el lugar abundaban las zarzas). En esa época reinaba Felipe IV, que era un gran admirador del teatro y de los espectáculos musicales. En sus tiempos libres, observaba obras de madrileños que combinaban el canto con pasajes hablados.


Las primeras zarzuelas fueron El jardín de Falerina (1648), La fiera, el rayo y la piedra (1652), Fortunas de Andrómeda y Perseo (1653), El golfo de las Sirenas y El laurel de Apolo. Todas las anteriores, obras de Pedro Calderón de la Barca.


Hacia el final del siglo XVII la zarzuela gozaba de gran popularidad, en el siglo XVIII se expande la música italiana, que la desplaza casi por completo. En el siglo XIX y en el intento de hacer versiones en español de las óperas italianas, la zarzuela nuevamente encuentra un camino para resurgir.


Este breve e insignificante comentario, me gustaría que sirviera como pequeño homenaje a mi madre. Ella fue la que me inculcó y me enseñó a amar a la Zarzuela. Todavía recuerdo con entrañable nostalgia, aquel gramófono que había en mi casa; de aquellos de aguja en el cabezal y que había que “dar cuerda” con un manivela para que se pudieran escuchar aquellos legendarios discos de pizarra. Son recuerdos de mis pocos años que nunca desaparecerán.



Justificar a ambos lados

2 comentarios:

D.F. dijo...

Muchas veces, me he preguntado que diferencias hay entre la Zarzuela y la Opera. la verdad es que no he encontrado, muchas, aunque creo que no puedo hablar con ninguna autoridad del tema.
Ambas cuentan una Historia cantada, puede ser que la Zarzuela sea la Opera del Pueblo, no se...

Álvaro Tilo dijo...

Hola Temujin: Quizá para los españoles la gran diferencia es que la Zarzuela es NUESTRA y entendemos lo que hablan o cantan; aunque óperas con argumento español hay muchísimas, en especial ambientadas en Sevilla con bastantes más de 100

En calidad (para nada soy un experto) todos coinciden que hay magníficas músicas y textos en la Zarzuelas que en nada tienen envidiar a las óperas. Además, como bien apuntas son mucho más populares y amenas y el diálogo, que es precisamente los que las diferencia, les hace mucho más agradables de verlas representadas. Aunque si por estas páginas hay algún “ortodoxo” amante de la ópera, me pondrá a caldo.

Un cordial saludo.