HUELGA GENERAL.
No suelo ser nada partidario de “copiar y pegar”, salvo para un texto muy concreto, una cita importante o poco más.
Sin embargo hay ocasiones, como ocurrió ayer, que era mejor hacer literalmente lo que había leído en lugar de un resumen.
Hoy he estado tentado de hacerlo al leer una estupendo comentario de Luis Mª Ansón sobre lo ocurrido ayer, pero os remito si queréis leerlo, al diario digital El Imparcial.
En mi opinión se puso ayer de manifiesto el deterioro que sufren los líderes sindicales. El fracaso fue tan evidente que si antes de ayer merecían nula credibilidad, ahora ya, menos todavía. Están muertos, van a seguir cabalgando a golpe de subvenciones del otro llanero solitario pero inevitablente los unos y el otro caminan sin remisión a su tumba política y sindical.
A partir de ahora urge en la sociedad española, un profundo cambio tanto sindical como político y no tanto de conceptos en algunos casos, como de personas que son las que han fracasado estrepitosamente y... que a buen precio nos ha salido la broma de todos ellos.
Ayer la huelga la hicieron exclusivamente los que llevaban las banderas, el resto no la secundó prácticamente nadie, aunque por la coacción y violencia (fui testigo) obligaron a secundarles. Jamás podré entender que ellos reclamen comprensión para el derecho, que lo tienen, para hacer huelga, pisoteen los el de los demás que no quieren hacerla. El de ellos es tan sagrado como el de los otros, pero unos se deslegitiman al aplicar la coacción acompañada en demasiados casos de violencia e incluso de robo que todo hay que decirlo, como ocurrió ayer en Sevilla, donde los piquetes “informativos” robaron en un comercio que ejercía su derecho a no hacer huelga. ¿Qué podrá decir Llamazares y Toxo que van vendiendo honestidad, nobleza política, sindical y angelical al enterarse que dos concejales del Ayuntamiento de IU en Sevilla ejercían ayer de piquetes “informativos” y colaboraron en el destrozo de un bar?
Por lo menos tengo la buena sensación que tanto los vividores, caraduras y triperos Méndez y Toxo han empezado a caminar hacia su final sindical y políticos, eso sí, bien forrados de pasta de todos. Ni ellos ni los suyos tienen credibilidad; solamente les siguen los benefactores “liberados” y poco más. Cada día son menos; nunca hubo menos afiliaciones sindicales y nunca curiosamente recibieron más dinero público. Los que lleguen esperemos hayan aprendido la lección, aunque poco o nada me fío.
Casi no me debía reconocer en estas palabras que escribo por haber sido militante de un sindicato de clase (no era ni UGT ni CCOO) pero hace ya muchos años tuve que salir huyendo de ellos cuando vi lo que se cocía en la trastienda y creo que era una insignificancia con la podredumbre que hay instalado ahora en los dos mayoritarios.
Ayer me contaron una especie de “chiste” que un periódico ha publicado en forma de viñeta:
-Cándido Méndez le dice a su camarada Toxo, el pasado 9 de septiembre: “Pero si suspendemos la huelga, que no sirve para nada, puede parecer que los que no servimos para nada somos nosotros"-
Y ya que acabo de pasar por el cuaderno de Atapuerqués, decir como él, que me quedo con las: «Huelgas de Burgos» muy recomendable para todas las personas de cualquier edad e ideología. Nunca defraudan.