miércoles, 23 de junio de 2010

Cernuda, siempre genial...



En alguna otra ocasión, he traído hasta estas páginas poemas de Luis Cernuda, el genial poeta sevillano. Siempre había un pequeño comentario a modo de introducción, pero en esta ocasión no lo habrá. El que quiera leer el mensaje y belleza de sus versos, libre será de expresar los sentimientos de admiración, rechazo o indeferencia que le produzcan su lectura. Todos serán válidos.


Un día escribió…



«Unos cuerpos son como flores»



Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra en un hombre.

Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.

Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.


Luis Cernuda.



10 comentarios:

D.F. dijo...

Paso a saludar, ya que la poesia no es mi fuerte...
Desgraciadamente, soy más visceral..

Álvaro Tilo dijo...

Gracias por tu visita, Temujin.

Ser más o menos visceral no es ni malo ni bueno. Todos somos diferentes.

Un cordial saludo.

enrique dijo...

Admirable poeta, de los mejores de su generación, que ya es decir.
Siempre me ha admirado el título de su obra poética entera "la realidad y el deseo".
En esa frase se puede resumir todo una vida o todo un ser humano.

Respecto a su prosa me quedo con Ocnos.

Como persona no estuvo a la altura de su genio poético, ciertamente.

Álvaro Tilo dijo...

Gracias Enrique por tu visita.

Estamos totalmente de acuerdo sobre la calidad literaria de Cernuda pero...me dejas un poco soprendido cuando afirmas, copio textualmente, «Como persona no estuvo a la altura de su genio poético, ciertamente» No llego a entender bien el significado que quieres dar a tus palabras.

Ya me dirás.

Un cordial saludo.

enrique dijo...

Me refiero a que Cernuda como ser humano fue manifiestamente mejorable.
La calidad de su poesía está muy por encima de su calidad como persona, lo cual no es insólito en este tipo de artistas.

Álvaro Tilo dijo...

Enrique: Todos sin excepción, somos como seres humanos, manifiestamente mejorables.

¡Por favor!, no juzgamos a nadie por sus vidas privadas ni por «ideas» ni por comportamientos sexuales o sociales siempre y cuando no atenten contra la libertad de los demás.

Un cordial saludo

enrique dijo...

Todos, sin excepción.

¡Por favor!, yo no juzgo a nadie ni menos a Cernuda. Ni por su comportamiento sexual, ni por sus ideas ni por su vida privada. Pero si te asomas a su biografía comprobarás como tenía cierta afición a hacer daño a otras personas.

Álvaro Tilo dijo...

Si te refieres, Enrique, a la fama que se le atribuyó de ser despectivo y cruel con los compañeros de generación, creo que es un tema que los han estudiado a fondo su obra y personalidad lo justifican por su exigencia ante la grandeza de la poesía y que siempre la empleó en primer lugar consigo mismo.

No creo que ser crítico con los demás deba ser motivo de reproche, más bien todolo contrario.

Fue una persona muy sensible y solitaria que vivió la mayor parte de su vida en constante amargura debido a su condición de homosexual y al rechazo que producía en aquella época esa circunstancia y no olvidemos que influyó muchísimo en su temperamento, en su poesía, en toda su obra y que además, pudo dar lugar a que forjara un carácter crítico con todos y todo lo que le rodeaba como autodefensa por la incomprensión que sufría en aquellos duros tiempos.

Está claro que todo en esta vida es opinable.

Pero seguimos estando de acuerdo que al menos como poeta, escritor, es genial.

Un cordial saludo

enrique dijo...

Me refiero al maltrato psicológico al que sometía a sus amantes, por ejemplo.
O a la afición que tenía por delatar a sus vecinos de piso -en USA- por ser... homosexuales y hablar mal de ellos. O a las veces que a estos mismos les incendió la puerta de entrada a su casa.
Su amargura venía de él mismo, que no se aceptaba como era.
Una cosa es la crítica, fundada o no, y otra hacer daño al prójimo.

Álvaro Tilo dijo...

Quedémonos con Luis Cernuda, genial poeta.

Un cordial saludo y buen fin de semana.