Una de las cosas que más me llamaba la atención de niño y joven, era cuando no encontraba algo en la casa. Daba igual que fuera unas gafas, una aguja enhebrada o una camisa. Revolvía todos los sitios donde pudiera estar y si al final no aparecía; ¡santo remedio! rezaba un padrenuestro a San Antonio y enseguida o se acordaba donde lo había dejado o lo encontraba. ¡Os juro que funcionaba!.
Nunca fui muy religioso, aunque el estudiar en un colegio de frailes, se quiera o no, de alguna manera te marcaba un poco. Luego ya más tarde y después de autorreflexiones llegas a convencimientos inamovibles y sacas tus propias conclusiones en este personal tema de creencias.
Muchas veces cuando no encuentro algo, me acuerdo de mi abuela y de su devoción a San Antonio y cuando estoy muy desesperado por la pérdida u olvido, me dan ganas de rezarle un padrenuestro y pedirle que me encuentre lo perdido. Nunca lo he hecho pero tampoco descarto que alguna vez lo haga, que en esta vida, nunca se sabe lo que puede ocurrir mañana.
Y digo yo. Si creyentes y todo lo contrario, quedáramos el día X a la hora X y rezáramos con devoción, un “Padre Nuestro” (espero que me acuerde del resto, al menos del de mi época) pidiendo a San Antonio que nos encuentre un grupito, aunque fuera pequeño, de políticos y sindicalistas españoles que sean honrados, honestos, decentes, morales, y trabajadores, que vengan a servir no a servirse etc. etc. etc., ¿Qué os parece? ¿Quién sabe? A lo mejor, el Santo, nos echaba una mano y aparecían. Por si acaso lo voy a intentar en solitario mientras nos ponemos de acuerdo. Tengo ganas de que las cosas cambien y ya os contaré el resultado. Me momento, me retiro a implorar su mediación. Cuando tenga noticias continuaré con mi escrito y os la comento.
Han pasado varios días esperando a San Antonio. Veo que las cosas siguen igual o peor, nada ha cambiado, pero todo tiene su explicación; al menos, ayer se produjo la respuesta.
Fue al atardecer, me llamó el San Antonio por teléfono y me dijo que lo que le he pedido no es tema de él. Los suyo, continuó diciéndome, es buscar novios, las gafas de una abuela o cosas parecidas, pero el expediente con mí súplica pidiendo políticos y sindicalistas honestos etc., es un tema tan especial, de tan difícil de solución que lo iba a dar curso a las más altas instancias celestiales. Como mínimo lo remitía a nivel de la Virgen de Lourdes, dada su especialidad en hacer milagros especiales. No obstante, me sugirió la posibilidad de acudir a San Judas Tadeo, abogado de las causas perdidas e imposibles. Me deseó suerte porque la voy a necesitar y terminó confesándome que ve muy difícil que encontremos servidores públicos honestos. Dice que en este país es especie extinguida.
Con la seguridad de mantenerme informado, se despidió con mucha amabilidad. Iba urgente a buscar una cartera, un llavero y un reloj.
Os tendré al corriente de cuanta información reciba desde arriba.
14 comentarios:
¡Como te pasas Alvaro! Una cosa son los milagros y otra los IMPOSIBLES. Así no hay creencia ni fe que se aguante en pie. Pobre San Antonio, en menudo embolao lo has metido. Verás como de esta se pasa a la compe (Satanás s.a.). Un abrazo.
La verdad que sí, que les he puesto muy a prueba a la Virgen de Lourdes, San Antonio y a toda la corte celestial y si encima ellos, no son nada optimistas...ni te cuento como estoy yo.
Un abrazo.
La fe mueve montañas, pero si ya le pides excesos de este tipo, no estoy muy seguro...
No desesperes, Temujin, que la fe mueve montañas, como bien nos dices.
Un cordial saludo.
Me temo que por allá arriba debe de haber una burocracia similar a la que padecemos aquí abajo. En cualquier caso, no desistas: quizá los rezos sean más efectivos que cualquier otra cosa, al paso que vamos.
Gracias paseante por tu visita. Sé bienvenido.
Fiarme de los de arriba... tampoco lo hago pero como tener algo peor de que lo que tenemos es impensable y sabiendo además que es imposible que vuelvan nacer seres tan nesfastos, es por lo que espero que Dª Lourdes la milagrera del cielo se ponga las pilas y a lo mejor... Nunca se sabe.
Un cordial saludo.
Que Dios nos coja confesados, y quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Bendita tu abuela, Alvaro, y muchísimas más. Yo, sí que soy un poco creyente, y muy humildemente le solicito a S. Antonio, (que te logra los imposibles) cuando pierdo cosas o necesito una mano ante imposibles. Mi última y reciente anécdota, ha sido este verano en Málaga, Estuve en una lonja comprando "pescaítos" y hablando con multitud de gentes, dándoles la mano, incluso a desconocidos, en ese alterne "tabernario" tipo buen paso, donde se pierde el pie a pocos finos que tomes. Llego a casa, y ¡Oh! qué disgusto, mi cartera, con tarjetas, y gran cantidad de dinero había desaparecido. Volví como un loco, por todo lo andado, preguntando, gritando, cabreándome, rebuscando hasta en los contenedores y papeleras, pero nada... al fín a la comisaría, partes a bancos, C. inglés, etc. lo de siempre. Tengo un familiar tan bueno, bueno, que ya me estaba reponiendo el dinero perdido. De pronto, me dije, cóño¡ San Antonio, si quieres me echas una mano, que ya te pondré una vela, y una propinilla, y así lo dejé. A la hora de comer veo, que debajo de un sofa, asoma algo, y eso era mi cartera, GRACIAS A SAN ANTONIO. Alunos dicen no creer en brujas, pero otros dicen de haberlas , ailas. Cuando digas la hora y el momento, para tus intenciones más de 2 y 4 estaremos con nuestra actitud más positiva, para lograr que S. Antonio, y todos los santos del santoral, intercedan por lo que más nos convenga, .Seguro que sí. Al tiempo, Álvaro.
Hola Alvaro:
Curiosa entrada milagrera. También estuve en un colegio de Frailes en Bujedo durante unos añitos de mi pubertad y lo único que saqué en claro es que lo importante es el rito pero no el resultado. También aprendí lo que era la hipocresía más religiosamente absurda de unos cuantos frailecillos y también la facilidad de odiar y mucho resquemor por lo que sufrí en ese gueto de sobones y mamones. Jamás se lo perdonaré. Pudiera resultar anacrónico viendo lo que me gustan los edificios, las iglesias, el arte ,la escultura religiosa o nó, y la belleza de las montañas, donde realmente conseguía "intuir" el milagro que suponen todas las creencias, vengan de donde vengan. Miles de misas de nada me sirvieron para creer simplemente en lo que veo.
Perdona, pero este tema no lo tengo superado y aún sigo odiando todo lo religioso, que no a la gente que realmente está convencida de lo que cree que cree.
Saludos cordiales,
Aqui el único que ha ido a colegio nacional soy yo, por lo que veo...Un saludo a todos...
Merino, es que San Antonio, ya lo decía mi abuela, es mucho San Antonio.
Estupenda esa fe que mueve montañas y hasta hace aparecer la cartera. Nada que objetar y respetando la libertad ajena, cada uno es muy libre de tener las ideas y creencias que quiera tener sin pretender nunca imponerlas a los demás.
Los otros temas que nos ocupan y preocupan ya son harina de otro costal.
Un cordial saludo
Hol, Zález: Yo también caí, aunque solamente un año, menos mal, en las garras de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; tú en Bujedo y yo en Burgos.
Para nada guardo buen recuerdo y un día contaré por aquí mismo una historia que presencié aquel año que pasé entre ellos. Entiendo muy bien que haya temas personales que jamás se puedan superar.
Curiosamente y como te ocurre a ti, también desde mis nulas creencias religiosas, soy un ferviente admirador del arte religioso.
Un cordial saludo
Ya ves, Temujín, el éxito que tuvieron con nosotros.
Un cordial saludo
Hola Alvaro:
Si no lo digo reviento. No quiero caer en el error de generalizar, ni mucho menos. Pero cada uno cuenta la feria según le va y a mí fue suficiente un "hermano de las Escuelas Cristianas", que por fortuna el "infierno le tenga en su gloria si tanto creía en él". Nunca le he perdonado pero tuve la satisfacción de años después encontrármelo en Pucela, de frente, él me reconoció al instante y con una sonrisa de oreja a oreja y los brazos abiertos y como "no hay dios" que le lancé un lapazo en la cara y se quedó más blanco que su "leche". Pero prefiero callarme para no herir sensibilidades, ya que hasta ahora nunca lo he contado en detalle ni tampoco lo haré, incluso hoy aprovecho este semi-anonimato y esta entrada tan "aposta" porque sigo sintiendo vergüenza. Ni tan siquiera mis padres lo saben. Eran otros tiempos muy diferentes a los de hoy, pero las cicatrices y las consecuencias está ahí. Recuerdo menos lo de hace una semana que lo de hace más de treinta y ocho años. No estoy contando ninguna película ni es ciencia ficción.
Lo siento Alvaro, que haya sido precisamente aquí donde me haya "despachado a gusto". No es mi intención ofender a nadie.
Saludos,
Hola Zález: Te entiendo perfectamente, intuyo el daño que te hizo UN miembro de esa congreagación; no has ofendido a nadie por contarlo, no has dado ningún nombre y además la verdad jamás debe ofender.
Cerremos el tema por aquí y dejemos que el tiempo siga pasando aunque todos sabemos que ese recuerdo perdurará siempre en ti y es totalmente comprensible que así ocurra.
Un cordial saludo.
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