viernes, 22 de octubre de 2010

Mis cosas.

A veces me reprocho a mi mismo que soy un vago porque no soy capaz, como lo hice en otras ocasiones, escribir y publicar un comentario diario en mi cuaderno. No sé el motivo pero me hace tener una sensación rara, como si me estuviera traicionando.

Hoy me ha dado por releer viejos comentarios que fueron escritos con toda ilusión y que salvo para mí mismo, tuvieron pobre aceptación por parte de los pacientes amigos y amigos que por aquí se dan cita. Cuando me pongo delante de un teclado soy muy egoísta y no suelo pensar en los demás. Me vence siempre la necesidad personal que tengo de escribir, pero a su vez, he de confesar, me gusta que mis escritos, a los que todos ponemos tanto interés cuando los hacemos, sean del agrado e interés de quienes los van a poder leer. Es una de mis muchas contradicciones que siguen sin resolverse.

A este mundo de la escritura, de intentar hacerlo mejor cada día, de corregir los múltiples defectos que tengo, sobre todo ¡Dios mío! de redacción, llegué sin demasiado bagaje y a fuerza de hacerlo mal en demasiadas ocasiones, alguna vez creo que lo hago regular o al menos esa sensación me queda después de escribir y leerme.

Otra cosa que me ocurre y en ello queda reflejado lo individualistas por diferentes, que somos las personas, es que son muy pocos los comentarios que por aquí he publicado que salvaría de quemar en una hoguera y curiosamente son los que habitualmente menos respuestas han merecido por parte de las personas que hasta aquí llegan y a las que tanto tanto agradezco sus visitas. No obstante , e intentando ser honesto, sólo podría indultar cinco o seis; el resto…mejor será que se conviertan en virtuales cenizas.

Recuerdo en especial dos comentarios que merecieron mi aprobado y eso ya es mucho, que los vuelvo a releer de vez en cuando y me siguen gustanto. Uno fue sobre Charlie Rivel y la encantadora anécdota del chupete de un niño y el otro sobre mi querida Andalucía, Manuel Machado, una guitarra, mi amigo Joaquín y nuestras veladas escuchando flamenco de puro arte en desconocidas tabernas en noches sevillanas. «Para que la toque el agua» era su título.

Un cordial saludo.


8 comentarios:

Daniel F. dijo...

Yo personalmente, casi nunca pienso lo que voy a escribir. Cuando acabe aqui voy a hacer una entrada que me ha inspirado leer "el Pais" esta mañana. Escribo de corrido, con mala redacción y como hablo.Pero como no pienso ganar premios, el que quiera que venga y el que no, que no venga.
Tu por ejemplo redactas bastante mejor que yo, pero eso no me acompleja... lo importante es pasar un buen rato, algunas veces y otras "ciscarle" los muertos a alguien. Un saludo.

Álvaro Tilo dijo...

Hola Temujin.
Hacía reflexiones en voz alta y pensé reflejarlas en un papel, en este caso, en el blog. No prentendía otra cosa.

Recuerdo siempre a Federico J. Losantos, gran conocedor de la gramática española, comentar que el principio más elemental y básico de una buena redacción es: Sujeto, verbo y predicado colocados siempre en este orden. Pues no, no le suelo hacer ni puñetero caso y... pénsandolo bien ¿se nos entiende o se me entiende casi siempre lo que queremos o quiero decir a pesar, como suelo hacer yo, de romper siempre ese orden? Pues eso es lo importante o al menos eso creo. Aunque intentar hacerlo mejor tampoco deja de ser un buen propósito.

Gracias por tu visita.

Un cordial saludo.

Dulcinea dijo...

Tranquilo, lo haces a tu manera y se nota que con sinceridad, corazón y valentía.Tienes humildad, eso que tanto falta, que mas da como lo digas, lo que importa es lo que transmites.

Felicidades por ser "tu mismo"

Saludos

Álvaro Tilo dijo...

Hola Dulcinea. Sé bienvenida, gracias por tu visita y tus palabras.

Es cierto que intento ser honesto cuando de escribir mis cosas se trata. Sé igualmente que lo importante no son los adornos que podamos poner sino el contenido de cuanto decimos y en esa pelea estoy cada vez que escribo algo. No obstante y por pura satisfacción personal, me gustaría hacerlo mucho mejor, aunque suene, porque me temo que así lo es, a ramalazo egoísta.

Un cordial saludo.

ZáLeZ dijo...

Hola Alvaro:
Mkwensoss ojalá pudiera escribir lo que quiero describir, a la quinta parte que como lo haces tú.
Lo mío aún no sé ni lo que es. Mis estudios son tan básicos que a veces me doy vergüenza, así es que cuando te leo, o leo a Tumijín de la forma tan perfecta y amena como creo que lo hacéis, me dais envidia, sana claro.
Y sobre todo vuestra forma tan personal e íntima de enfocarlo todo , pues yo no me atrevería, quizás por no escandalizar y arrojar sapos y culebras que algunas ya he expulsado por aquí...
Un cordial saludo y aupa.

Álvaro Tilo dijo...

Hola Zález. Gracias por tu visita.

Nuevamente confieso que a mi también me gusta mucho como plantea y escribre Maria, Dulcinea, Temujin, Merino, Koky, Manolo Ulloa, Ata... y tú naturalmente y perdón si me dejo a algúna amiga/amigo.

No creo que haya nadie en este mundo que no sea capaz de aprender de otra persona y si alguno dijera lo contrario habría que llevarlo inmediatamente al pelotón de los necios.

De tu mano Zález y no quisera que que nadie pensara que he escrito este comentario para alabarnos mutuamente ninguno de los que por aquí estamos (quise reflejar un estado de animo en un día bastante gris, eso fue todo) he aprendido a adentrarme por un mundo mágico lleno de bellos parajes, monumentos y acontecimientos históricos de nuestra tierra y de nuestras gentes que no por estar tan próximos eran conocidos, al menos para mí y que tu experta y clara narración, videos (cuando he conseguido abrirlos) y fotografias tanto me han ayudado a descubrirlos. Sólo se me ocurre agradecértelo de una manera y es dándote las GRACIAS.

Otro cosa, Zález y con esto termino; acabé mis estudios oficiales a los 16 años, a los 17 ya trabajaba, como casi todos supongo, excepto los que tuvieron la fortuna de poder continuar.

Un cordial saludo.

KOKYCID dijo...

Pues si es cierto lo que dices, olé tus narices, porque chico, yo no puedo evitar pensar en los posibles lectores y quiera o no me influye saber que "tal" o "cual" pueden leer mi entrada y aveces me hacen no "desnudarme" del todo. Como única regla jamás (jamás) miento, pero aveces omito cosas o sentimientos, que casi es peor que mentir. Enhorabuena por tu valentía.

Álvaro Tilo dijo...

Hola Koky.

¡Coño! voy acabar "colorao", pero no es cuestión de valentía, es mi forma de ser, ni mejor ni peor que la de nadie, tan solo diferente.

Respecto a lo omitir sentimientos, estoy segurísimo que todos lo hacemos, además...estamos en un espacio totalmente abierto y hay que tener, dependiendo del tema, un mínimo de discreción.

Un cordial saludo.