martes, 9 de marzo de 2010

El Cristo de Burgos, Paco de Lucía e Internet.

Ocurre a veces. Recuerdas un pequeño detalle insignificante, no te lo piensas dos veces, le das una mano de pintura y ¡zas! sin darte cuenta has escrito una entrada que a lo mejor, hasta merece comentarios ajenos, algo de lo que no estoy precisamente sobrado, más bien, diría yo, estoy todo lo contrario. ¿Qué ha ocurrido? Nunca lo sabremos.

Ahora tengo en “fabricación” dos entradas a falta de algunos detalles. He puesto en ellas mucha ilusión y creo que podrán quedar bien, siempre teniendo en cuenta mis limitaciones para estos menesteres de escribir un folio cada poco tiempo y que de vez en cuando, se pueda leer en él algo medianamente interesante.

Uno, el primero que está en el ordenador, es sobre una Hermandad de la Semana Santa Sevillana que procesiona el Miércoles Santo, «Cristo de Burgos» (otro día sería curiosos hablar de los interminables nombres de las Cofradías sevillanas) Es muy emblemática, muy sería, muy recogida y que impresiona verla por las calles de Sevilla. El paso del Cristo es muy austero sin los dorados barrocos que tan poco me gustan. Un par de músicos, un oboe y otro instrumento que ahora no recuerdo y nada más, aunque curiosamente desfila de detrás de otra Hermandad agradablemente musical y ruidosa.

Me faltan unas fotos que no consigo en la Red y el responsable del archivo histórico, muy amablemente, me ha prometido enviarme. En cuanto las reciba lo acabaré de preparar con todo entusiasmo y seguramente lo publicaré por aquí o se quedará en una carpeta olvidado para siempre si después de corregirlo no me convence. Me pasa frecuentemente en los que precisamente no están hechos “sobre la marcha” y han merecido más atención. En fin, cosas mías.

La segunda entrada es sobre una anécdota que ocurrió en una actuación fallida del genial Paco de Lucía en Sevilla. Me la contaron allí, pero me faltan algunos detalles de fechas etc. que pensaba encontrar igualmente en la Red y que en su día, cuando no andaba yo por estos menesteres “blogueros”, les encontré y les leí. Pero eso fue ayer y hoy no hay forma de llegar a ellos de nuevo. O han desparecido o soy cada día más torpe, pero el caso es que busco y busco y no doy con ellos. Así que si sigo en esas condiciones un día me veré obligado a lanzar un SOS de ayuda por éstas páginas a alguna experta buscadora de rastros perdidos.

Y mientras me llegan las fotos y sigo buscando detalles y fechas es el mejor momento del mundo para mandaros un cordial saludo desde el viejo molino.


2 comentarios:

Mª Ángeles dijo...

Aunque no encuentres esos detalles, seguro que a los que te seguimos nos gusta pasar por aqui y saludarte. A todos nos pasa lo mismo, yo también atesoro en una carpeta llamada "ideas" unas cuantas cosas que muchas veces se van a la papelera.
En la red no es difícil buscar pero tampoco es demasiado fácil si no conoces todos los detalles de lo que buscas. A mi me pasa algo parecido y muchas veces desisto de buscar.
Seguro que ese post sin las anécdotas también merecerá la pena leerlo.
Saludos

Álvaro Tilo dijo...

Gracias, M.ª Ángeles por tu visita y por el comentario.

Todavía aguanto un poco más y seguiré dedicando un poco de tiempo al rastreo de la información que busco.

La mitad y gracias a la amabilidad de un sevillano creo tener resuelto el tema de las fotografías y la otra mitad, seguiré buscando.

También he creado mi propia carpeta y ahí almaceno todo lo que me parece importante, pero no era tan "ordenado" cuando leí lo que ahora quiero volver a leer y no encuentro.

Saludos.