lunes, 6 de septiembre de 2010

En Triana...



Si hay en Sevilla un barrio con arte del bueno, bueno, sólo puede tener un nombre: TRIANA.


Hoy han venido a mis recuerdos los increíbles años que pasé viviendo en Sevilla. Vivía un poco lejos pero eran muchas las noches que al salir del trabajo, me daba un vuelta por Triana, me asomaba a la orilla del Guadalquivir por la c/ Betis y veía al fondo la espectacular figura de la Maestranza y casi al lado la bellísima La Torre del Oro. Unos dicen que debe su nombre a que era donde se guardaba el oro que de America venía y otros que por el color de su piedra en días muy luminosos hacían un reflejo en el agua del río que parecía de oro. Sea cual se la realidad, su belleza no tiene límites. Allí pasaba por el puente fde Triana, camino de Sevilla, el mismo donde en la «madrugá» sevillana; «La Trianera» Esperanza de Triana. a hombres de costaleros camina hacia Sevilla cuando está a punto de nacer el Viernes Santo. Al día siguiente ese mismo puente será testigo mudo, del caminar Del Cachorro en su andadura sevillana. Recuerdos inolvidables que vez en cuando necesito contarlos para descargar la emoción que siento por todo lo que viví en la capital andaluza.


Pero hoy recordaba a Triana y al castizo trianero que ahí sigue. Ya no llegan a sus muelles los veleros de América, ya no es el centro vital del intercambio comercial de antaño; ni nadie es torturado en el siniestro Callejón de la Inquisición, allí al lado. Nada es igual a como era ayer, pero TRIANA… sigue siendo puro arte, puro embrujo sevillano y que me perdonen los trianeros por no haber escrito “puro embrujo trianero”. Ellos van de por libre, sin ataduras centralistas y capitalinas, respirando libertad a orillas del Guadalquivir. Ellos son Trianeros y a Sevilla van de visita o acompañando como antes decía, a su vírgenes o a sus crucificados o la Maestranza a ver a sus toreros.

En una de sus calles más populares, San Jacinto y en una típica taberna rociera, hay una cerámica que refleja y resume como nadie el sentimiento de las gentes de Triana. En ella está escrito:

«En Triana, SOLEDAD,
sólo es un nombre.»

Necesitaba hoy hablar de Sevilla. Gracias por vuestra comprensión.



6 comentarios:

D.F. dijo...

Pues habla...

Álvaro Tilo dijo...

Ya lo hago de vez en cuando. Sevilla engancha.

Un cordial saludo.

Merino.j. dijo...

Me parece muy envidiable el calado que Sevilla ha hecho en Älvaro, no es de extrañar. Esa ciudad marca y más Triana, ese barrio pseudo-marinero con sus bares, restaurantes, a orillas de ese río, unos días marrón, otros esmeralda, o grisáceos que cambian de acuerdo a la época anual, y al cielo del momento. Recuerdo sus tapas de "huevas fritas o a la vinagreta" sus ensaladas de marisco, etc. No hablemos de sus chacinas o adobos en el interior. ¡ Chapeau ! por ellos. Estuve trabajando en Sevilla, durante la Expo, y también durante una época de semana santa, así como en Málaga; hubo algo que me sorprendió llegando de tierras austeras como Castilla, en las procesiones, y en las paradas que hacían los pasos, supongo que no es generalizable, oí más de una vez el cachondeo que se traían los hermanos cofrades portadores de las andas, y además del cachondeo como corrían las botas de vino, eso me impactó, recordando a Zamora o Burgos.
Tendría que ser así, rarito para mí. Saludos. Merino

Álvaro Tilo dijo...

Si has vivido en Sevilla, poco más puedo añadir, Merino, a tus comentarios; conoces la ciudad y sus barrios.

Semana Santa sólo la he vivido en Sevilla y respecto a tu comentario ...«el cachondeo que se traían los hermanos cofrades portadores de las andas», creo sin duda que te refieres a la de Málaga. En Sevilla son costaleros que van debajo de la imagen y en las procesiones siempre he visto un recogimiento y orden total en especial en la "carrera oficual", aunque es inevitable que fuera de ella (carrera oficial obligatoria para todas las hermandades) haya cofrades que logicamente tengan que relajarse e incluso salirse de la fila y entrar en un bar a tomarse un agua, "mear" o comer un bocata mientra caminan. Algunas están más de 12 en la calle.

¿Te imaginas en la Cofradia del Cristo de Burgos de Sevilla, romper alguien el silencio y el orden? Pues no y esta hermandad es sólo una de las procesionan en Sevilla desde el Domingo de Ramos al Sábado Santo.

Cosas de Andalucía. Lo que nadie puede poner en duda, es la hospitalidad de sus gentes y la belleza de su tierra y de sus cosas.

Un cordial saludo.

Manolo Ulloa dijo...

Conozco esa taberna de nombre muy poco andaluz, donde está escrito esa cerámica con la hermosa leyenda sobre Triana que nos coemntas.

Así es Triana y los trianeros, siempre peocupados para que nadie se sienta solo entre nosotros.

Álvaro Tilo dijo...

Tienes razón, Manolo, en lo poco "rociero y trianero" que puede parecer el nombre de "Miami" para una taberna en pleno corazón de Triana. Pero tiene su explicación. Me la dio un día uno de los hermanos dueños, cuando le pregunté con extrañeza por el nombre de su establecimiento.

De jóvenes quisieron emigrar a Miami y como no lo consiguieron en el negocio que montaron (la taberna en la c/ San Jacinto) como recuerdo a sus sueños de juventud, le pusieron el nombre de la ciudad a la que pensaron irse.

Un cordial saludo