martes, 4 de enero de 2011

Hicieron camino al andar...



De la más importante reina que ha tenido España, Isabel, nos han contado casi todo, pero hay pequeños detalles que aunque conocidos, en muchas ocasiones han pasado desapercibidos sin duda debidos a la gran personalidad de nuestra reina y a su buen hacer como gobernante. Es todo un ejemplo.

Si queréis podemos compartir algunas facetas muy concretas, que sin duda hicieron que fuera una de las mujeres más admiradas de toda nuestra historia.

La gran reina, Isabel, fue una mujer menuda y graciosa, blanca y rubia, como casi todos los Trastámaras, con ojos claros entre azules y verdes y expresión serena, como de gran paz interior. Profundamente introvertida, escuchaba, sin embargo, los consejos que se le daban. Su inteligencia era juvenil y despierta, con capacidad para el asombro. Fue muy aficionada a libros y poseyó una biblioteca abundante y variada. Piadosa en extremo se rodeó de hombres del tipo de fray Hernando de Talavera, que no pueden ser reputados como fanáticos. Con Cisneros era más capaz de sentir respeto y confianza hacia su valer que afecto a su persona. Tenía un sentido de la justicia como del deber fundamental de los reyes, que a veces ejercía con rigor y, desde luego, sin dejarse doblegar por dinero o influencias. El remate de su carácter le constituye, sin embargo, cierto ánimo alegre y caritativo que, sin desmentir la solemnidad de la autoridad real, le permitía usar de chanzas como aquella famosa frase en que decía que si tuviese tres hijos haría al uno rey, al otro arzobispo de Toledo y al tercero «escribano de Medina del Campo», o de frases llenas de amor como la conocida posdata a Gómez Manrique para que viniese a cuidar a su mujer. Todas las generaciones castellanas han manifestado unánimes, a pesar de sus opiniones políticas, la admiración por la gran reina.

Es paradójico que Isabel, la mejor reina que ha tenido España, fuera hija de Isabel de Portugal, que murió loca, y madre de Juana I, que también fue loca. Esta hija y madre de locas gobernó a España con más cordura y sabiduría que ningún otro rey. Ella fue la fuerza dirigente en la empresa de Granada, y en el Descubrimiento de América. El ilustre escritor del Renacimiento italiano, Baltasar de Castiglione, escribía en 1507: "Afirman todos cuantos la conocieron haber hallado en ella una tan divina manera de gobernar que parecía casi bastase solamente su voluntad para que, sin más ruido, cada uno hiciese lo que debía; a tal punto que apenas nadie osaba, ni en su propia casa y secretamente, hacer cosa que creyese que a ella habría de desagradar... Ella supo juntar tan admirablemente el rigor de la justicia con la blandura de la clemencia y con la liberalidad, que en sus días no hubo ningún bueno que se quejase de ser poco remunerado, ni ningún malo de ser demasiadamente castigado. Y de esto nació tener los pueblos hacia ella una suma reverencia mezclada de amor y de temor, la cual está todavía tan arraigada en el ánimo de todos que parece como si pensasen que ella desde el cielo les mira, y desde allí les deba enviar alabanzas o reprensión". El éxito de su reinado se debe tanto a su enérgica actividad como a la selección de excelentes colaboradores, tales como el Cardenal Cisneros y el Gran Capitán.

Durante su reinado la corte estaba en constante movimiento, con todos sus hijos nacidos en lugares diferentes, de acuerdo con las necesidades del momento. Tampoco fue ajena a la inquietud intelectual de la época, como lo demuestra el hecho de comenzar a estudiar latín con la famosa maestra Beatriz Galindo, conocida como La Latina. Antonio de Nebrija, el príncipe de los humanistas castellanos, presentó su famosa Gramática a Isabel en la Universidad de Salamanca en 1492, al tiempo que Colón la exponía su fantástico proyecto. Su protección a los indios de las recién descubiertas tierras americanas fue admirable. Cuando Colón regreso con algunos indígenas, la reina reaccionó con autoridad:"¿Quién le ha dado al Almirante permiso para esclavizar a mis súbditos?"



8 comentarios:

Merino dijo...

Álvaro, qué interesante y bonito lo pones hoy, con este gran personaje, pese a quien pese.Tengo familia en Valencia, que rechazan de pleno la gran labor de esta reina, y son pro-judios-moriscos, estando en contra de su política de expulsión. Particularmente, los Trastámara, me parecen envidiables por su intelectualidad (permítanme) que mucho bien habrían hecho a España, unidos a Portugal, en estas fechas, Post conquista Américas. El hecho a subrayar de esta Señora, capaz de discernir la valía de una persona, por delante del afecto personal; la engrandecen de tal manera, que sus fallos si así pueden llamarse a la introversión, religiosidad, etc, pasan a segundo plano, y la bazanza se inclina mucho más a su favor. Saludos

D.F. dijo...

LOs moriscos fueron expulsados por sus continuas revueltas, no por antipaticos. Los judios, ese ya es otro tema y para mi un gran error, pero que goberno más que su esposo, eso es seguro y con gran cantidad de aciertos. Fundó lo que ahora denominamos (algunos) España y las bases de un imperio que Carlos I amplio y Felipe II no supo gestionar debidamente... Un saludo

Álvaro Tilo dijo...

Hola, Merino: Como bien sabemos, excepto que dos más dos son cuatro, todo lo demás es opinable, subjetivo y por ello cualquier interpretación que se haga de la historia y de los personajes que la forjaron siempre tendrá el punto personal que deberá tenerse en cuenta. ¿En qué concepto podemos tener en España al Empecinado, por poner solamente un ejemplo? Está claro, el de heroe. ¿En qué concepto le tuvieron los franceses? En que fue un guerrillero y terrorista. Así que dependiendo en donde estemos siempre veremos el vaso medio lleno o vacio.No tiene solución.

Pero dicho esto, creo que la Reina Isabel, merece de la inmensa mayoría, honores y reconocimientos. Fue una gran mujer y curiosamente hija y madre de personas locas.

Un cordial saludo.

Álvaro Tilo dijo...

La verdad, Temujín, que a partir de esta época, los descendientes de Isabel fueron nefastos para España. Primero los Austrias y luego los Borbones que no la mejoraron en nada, en todo caso, todavía fueron mucho peores, salvo algunas excepciones.

Su hija, Juana, en la revuelta comunera, pudo cambiar el rumbo de España, pero había demasiadas cosas en contra y al final se consumó la tragedia.

Gracias por tu visita y un cordial saludo.

María dijo...

¡¡Vaya bonita que has pintado a Isabel!!

Es cierto que fue una gran reina, a pesar de lagunas sombras que nunca sabremos si de verdad existieron o se las colgaron sus detractores como siempre ocurre.

Personalmente creo que se equivocó terriblemente al ordenar la expulsión de los judíos, que no Temu, no fue por las revueltas que provocaban si es que las provocaron, fue por la presión del Tribunal de la Santa Inquisición y la iglesia católica en general. Pero eran otros tiempos y la tolerancia no es que fuera el fuerte de la época. Tristemente judíos, moros y cristianos convivieron en paz durante siglos, pero la armonía no se por qué siempre se rompe cuando entran en juego, los fanatismos y las exclusiones.

En fin ÁLVARO, que te ha quedado una entrada preciosa, muy majestuosa como esta noche mágica.

¿ Has colocado tus zapatos bien brillantes bajo el árbol?


¡¡Ojalá te encuentres bajo el todo lo que desees, sobre todo ilusión y esperanza de que todo vaya mejor para todo el mundo.


Un beso grande y ¡¡FELIZ NCOHE!!

Álvaro Tilo dijo...

Sí, María; brillantes, como los chorros del oro, voy a dejar esta noche mis zapatos por aquello de que aunque solo sea por un día, nunca desaparezcan los recuerdos imborrables de tiempos ya perdidísimos.

Siempre recuerdo en estas fechas la frase que escuché un día a Pedro Ruiz en el sentido que la diferencia que hay entre un adulto y un niño estriba únicamente en el precio del juguete. ¡Ojalá! y lamento que no vaya a ser posible, que el trabajo perdido y la esperanza a millones de compatriotas como nosotros, se vayan a cumplir. Mala noche de reyes les aguardan a demasiados.

Respecto a nuestra Isabel, seguramente debe pasar a la historia como la GRAN REINA, aunque sin olvidar los errores que cometió que fueron muchos. Nada nuevo que no lo haga humana e imperfecta como todos.

¡Feliz Noche de Reyes! para ti y todos los tuyos.

Un cordial saludo. Un beso.

KOKYCID dijo...

Buenas noches Alvaro, me encantan estas entradas de historía. Me encantan. Gracias. Zapatos limpios, copita de anís y temprano a la cama...

Álvaro Tilo dijo...

Gracias, Koky, por tu visita. Pues sí, limpié los zapatos, dejé una copa a los Reyes y el resultado mañanero, el esperado, "regalos practicos", ninguna sorpresa, era lo esperado.

Si te has fijado un poco, la mayoría de mis últimas entradas históricas, les he dedicado a personajes femeninos. Me apasiona la vida de muchas mujeres, que fueron y son ejemplo de grandes virtudes y que siempre supieron dejar huella.

Un cordial saludo